María Ángeles Irurtia Balerdi
Mi abuela, María Ángeles Irurtia Balerdi, me ha concedido una entrevista. Ella es una mujer trabajadora y cariñosa de 69 años. Se quedó viuda hace 11 años con cuatro hijos. Es abuela de cinco nietos y vive en San Sebastián.
P.-¿Cuándo naciste?
R.-Nací en San Sebastián el 5 de septiembre de 1947. Nací en casa, como todas mis hermanas.
P.-¿Te acuerdas de qué hacías antes de empezar a ir al colegio?
R.-Solía estar con mis padres. Sufría mucho de anginas y solía estar en casa enferma. A los tres años me operaron, porque en aquel entonces no era fácil de conseguir la penicilina.
P.-¿Cuándo empezaste a ir a la escuela?
R.-Empecé a los cinco años y termine a los catorce. Al principio no fue muy fácil, porque en aquel entonces solo se hablaba castellano y como mi lengua materna era el euskera, al principio me costó un poco.
P.-¿Y qué hacíais?
R.-Estudiábamos geografía y matemáticas, hacíamos dictados, leíamos, escribíamos,...
P.-¿A qué te gustaba jugar en los recreos?
R.-Me gustaba jugar a la cuerda, con los patines y con el diábolo.
P.-¿Qué hacías después del colegio?
R.-Iba al bar donde trabajaban mis padres, excepto un día que solía ir a la catequesis, donde nos daban una entrada gratis para ir al cine.
P.-¿Y qué solías hacer el fin de semana?
R.-El sábado a la tarde solía ir al cine a ver películas de miedo, el domingo a la mañana a misa y de vez en cuando al monte Igueldo.
P.-¿Cuántos vivíais en casa?
R.- Vivíamos siete, mis padres, mis dos hermanas, mi hermano pequeño, mi abuela y yo.
P.-¿Solíais viajar mucho?
R.- No, lo poco que viajaba era para acompañar a mi hermana menor cuando tenía alguna excursión, ya que yo era la mayor y mis padres estaban trabajando.
P.-¿Y qué hiciste al terminar la escuela?
R.-Empecé a trabajar en el bar de mis padres hasta cumplir los veintidós. Entonces fue cuando me casé y a los 23 tuve mi segunda hija
P.-¿Seguiste trabajando después de que naciera tu hija?
R.-No, porque tuve a mis hijos con muy poca diferencia de edad, y me dediqué a ellos.
P.-¿Qué anécdotas de niñez recuerdas?
R.-Me acuerdo de que una vez andaba buscando a mi hermana menor por el bar, y la encontré en el baño cortándole el pelo a mi hermano.
Otro día andaba buscando a mis hermanas, y me di cuenta de que faltaba la silla de mi hermano. Al ver que mi hermana también faltaba pensé que se lo había llevado ella. Salí hacia el frontón y la vi jugando con sus amigas y mi hermano en la silla.
Han pasado muchas cosas en pocos años. Nuestro abuelos y abuelas no empezaban tan pronto a la escuela como se empieza ahora y algunos no tenían la oportunidad de estudiar. Al terminar el colegio la gente empezaba a trabajar y al empezar tan pronto se casaban antes y empezaban a formar una familia. Muchos no tenían la oportunidad de viajar y conocer sitios porque no tenían coche. En aquel entonces era común tener más de tres hijos, mientras que ahora la mayoría tiene dos hijos como mucho. Afortunadamente tenemos soluciones para hacer frente a las distintas enfermedades, cosa que antes no.
P.-¿Cuándo naciste?
R.-Nací en San Sebastián el 5 de septiembre de 1947. Nací en casa, como todas mis hermanas.
P.-¿Te acuerdas de qué hacías antes de empezar a ir al colegio?
R.-Solía estar con mis padres. Sufría mucho de anginas y solía estar en casa enferma. A los tres años me operaron, porque en aquel entonces no era fácil de conseguir la penicilina.
P.-¿Cuándo empezaste a ir a la escuela?
R.-Empecé a los cinco años y termine a los catorce. Al principio no fue muy fácil, porque en aquel entonces solo se hablaba castellano y como mi lengua materna era el euskera, al principio me costó un poco.
P.-¿Y qué hacíais?
R.-Estudiábamos geografía y matemáticas, hacíamos dictados, leíamos, escribíamos,...
P.-¿A qué te gustaba jugar en los recreos?
R.-Me gustaba jugar a la cuerda, con los patines y con el diábolo.
P.-¿Qué hacías después del colegio?
R.-Iba al bar donde trabajaban mis padres, excepto un día que solía ir a la catequesis, donde nos daban una entrada gratis para ir al cine.
P.-¿Y qué solías hacer el fin de semana?
R.-El sábado a la tarde solía ir al cine a ver películas de miedo, el domingo a la mañana a misa y de vez en cuando al monte Igueldo.
P.-¿Cuántos vivíais en casa?
R.- Vivíamos siete, mis padres, mis dos hermanas, mi hermano pequeño, mi abuela y yo.
P.-¿Solíais viajar mucho?
R.- No, lo poco que viajaba era para acompañar a mi hermana menor cuando tenía alguna excursión, ya que yo era la mayor y mis padres estaban trabajando.
P.-¿Y qué hiciste al terminar la escuela?
R.-Empecé a trabajar en el bar de mis padres hasta cumplir los veintidós. Entonces fue cuando me casé y a los 23 tuve mi segunda hija
P.-¿Seguiste trabajando después de que naciera tu hija?
R.-No, porque tuve a mis hijos con muy poca diferencia de edad, y me dediqué a ellos.
P.-¿Qué anécdotas de niñez recuerdas?
R.-Me acuerdo de que una vez andaba buscando a mi hermana menor por el bar, y la encontré en el baño cortándole el pelo a mi hermano.
Otro día andaba buscando a mis hermanas, y me di cuenta de que faltaba la silla de mi hermano. Al ver que mi hermana también faltaba pensé que se lo había llevado ella. Salí hacia el frontón y la vi jugando con sus amigas y mi hermano en la silla.
Han pasado muchas cosas en pocos años. Nuestro abuelos y abuelas no empezaban tan pronto a la escuela como se empieza ahora y algunos no tenían la oportunidad de estudiar. Al terminar el colegio la gente empezaba a trabajar y al empezar tan pronto se casaban antes y empezaban a formar una familia. Muchos no tenían la oportunidad de viajar y conocer sitios porque no tenían coche. En aquel entonces era común tener más de tres hijos, mientras que ahora la mayoría tiene dos hijos como mucho. Afortunadamente tenemos soluciones para hacer frente a las distintas enfermedades, cosa que antes no.